Utilización de la renta: EL CONSUMO Y EL AHORRO EN LAS FAMILIAS

La renta es todo ingreso procedente de salarios, mensualidades, sueldos, producción del capital, alquileres, etc. que percibe una persona y que puede ser repartido entre consumo (parte de la renta destinada a la adquisición de bienes y servicios para la satisfacción de necesidades o deseos) y ahorro (parte de la renta que no se consume). De ahí se deduce que:

Esta decisión es de suma importancia, ya que afecta a las familias con el paso del tiempo. Si se opta por consumir más- y por consiguiente, ahorrar menos- en el futuro se tendrá que disminuir el consumo. Pero, quienes prefieran consumir menos- y por consiguiente, ahorrar más- tendrán la posibilidad de aumentar el consumo en el futuro, utilizando el monto previamente ahorrado. Por ello, en una familia siempre tiene que haber un equilibrio entre la renta y el consumo. Es decir que, no se debe consumir más de lo que los ingresos lo permitan porque esto ocasionaría que el respectivo agente económico se endeude y en ese caso el ahorro del período sería negativo. Dicho en otras palabras existiría un desahorro.

Por ejemplo, mis papás me dan S/30 mensuales de propina y yo quiero comprarme un polo que cuesta S/75. Le pido prestado a una amiga S/45 y me compro el polo. Literalmente quedo endeudada y tengo que esperar al siguiente mes para recibir mi propina y poder pagarle a mi amiga. Y aún así seguiré debiendo S/15, por lo que tendré esperar un mes más para cubrir toda mi deuda.
Por el contrario, si yo hubiera comprado un polo que costaba S/20, habría ahorrado los diez restantes y los meses siguientes podría haber consumido y también ahorrado, mas no pagar deudas.

Para que esto no ocurra debemos estructurar un gasto presupuestario, que es un previo cálculo de los ingresos y egresos durante un cierto periodo de tiempo, que permite a las familias evaluar su situación económica y poder así establecer una administración adecuada de la renta evitando que se presente un déficit en las cuentas; a la vez que se facilita el ahorro. Y si la tasa de ahorro va creciendo, más adelante puede servir como capital para empezar una pequeña empresa; por lo que vale decir que el enfoque principal del ahorro es la inversión. Si no existiera la posibilidad de invertir probablemente nadie ahorraría. La inversión a su vez busca, a corto o largo plazo, tener una mayor rentabilidad y aumentar la producción, lo cual nos llevaría a un mayor consumo y una menor demanda de los bienes de primera necesidad. Y en realidad, eso es lo que anhela toda familia.

De esta manera podemos afirmar que, el ahorro, más que un no consumir, es una herramienta que nos permite redistribuir eficientemente el consumo.

¡Tips para aprender a ahorrar!

¿Eres una de esas personas que creen que ahorrar es imposible? Pues, te equivocas.

Como hemos visto en el video, antes que nada, es necesario saber de dónde viene el dinero y a dónde va. De esta manera podremos tener el control sobre él y estructurar un plan de ahorro para grandes y chicos, como este:

1) Hacer un presupuesto mensual, como el que se muestra en la figura, analizando los ingresos netos y sumando los gastos fijos. Esto nos dará la posibilidad de no gastar más de lo que ganamos y además nos permitirá ahorrar.

2) Al recibir nuestro sueldo o propina, separemos un porcentaje destinado al ahorro.
3) Evitemos gastos innecesarios. Por ejemplo: en algunos casos se podrá evitar la compra de ropa, si vas al supermercado lleva una lista para que no termines comprando productos que no necesitas, prepara el almuerzo en casa, controla las cuentas de agua, luz, cable.
4) Abre una cuenta de ahorro, en donde la tasa de interés sea conveniente o adquiere una alcancía.
5) El dinero que estaba dentro de nuestro gasto presupuestario pero no lo utilizamos deposítalo en tu cuenta de ahorro o guárdalo en el cofre, pero eso sí, bajo siete llaves.

Si bien es cierto en el fenómeno del consumo existen necesidades reales- alimento, vestido, vivienda- y necesidades falsas creadas por el mismo hombre- alhajas, autos, viajes. No obstante, las personas deben tener claro el concepto de necesidad para poder discernir lo que realmente es esencial para el sustento de sus familias y poder llevar a cabo un buen manejo de sus bienes.

Aunque al comienzo tengamos que privarnos de algunas cosas, tarde o temprano nuestros ahorros darán frutos. Como dice Benjamín Franklin: "un centavo ahorrado es un centavo ganado". Y efectivamente ahorrar es la clave para alcanzar la prosperidad económica.